sábado, 21 de agosto de 2010

¿Qué veo? ¿Una copa apretada en la mano de mi fiel amor? ¡El veneno, por lo visto, ha sido la causa de su prematuro fin!... ¡Oh, ingrato! ¿Todo lo apurste, sin dejar una gota amiga que me ayude a seguirte! ¡Besaré tus labios!... ¡Quizá quede en ellos un resto de ponzoña para hacerme morir reconfortante!... (Besándolo.) ¡Tus labios están calientes todavía! (Se oyé un rumor de afuera, el guardia se estaba acercando)
¿Alguién viene? ¡Seamos breves entonces! (Tomando la daga de Romeo) ¡Oh, daga bienhechora! ¡Esta es tu vaina! (Hiriéndose.) ¡Enmohécete aquí y dame la muerte! (Cae sobre Romeo y muere.)

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